Mesas permanentes y conferencias eternas, expresiones sin fin, diálogos y discusiones sin solución, paños de agua casi tibia, aportes en la inversión que no representan la compensación de devolución de la riqueza que se extrae de la región, son algunas de las cosas que hoy ya no parecen tengan algún significado para el Putumayo.
Ministros, vice-ministros y cantidades innumerables de funcionarios de altísimo y alto nivel que han llegado este último año al departamento en aviones fletados de maletas y equipaje, y que no representan de ninguna manera el costo – beneficio para los casi 450 mil habitantes del Putumayo.