Denuncias que ya fueron reveladas a las autoridades sobre la crítica situación que se esta registrando en el bajo Putumayo luego de la caída de las pirámides, ponen en tela de juicio la política de erradicación y lucha contra los cultivos ilícitos.
En áreas generales de Orito y Puerto Asís, se han reiniciado los cultivos de hoja de coca, por parte de campesinos que no vieron otra alternativa al caer las firmas captadoras. Sus dineros desaparecieron y se quedaron sin un plante para sostenerse o trabajar, habiendo abandonado sus fincas. En diciembre se reveló una cifra cercana a las mil fincas abandonadas en zonas rurales de la región, según el ICA.
En áreas generales de Orito y Puerto Asís, se han reiniciado los cultivos de hoja de coca, por parte de campesinos que no vieron otra alternativa al caer las firmas captadoras. Sus dineros desaparecieron y se quedaron sin un plante para sostenerse o trabajar, habiendo abandonado sus fincas. En diciembre se reveló una cifra cercana a las mil fincas abandonadas en zonas rurales de la región, según el ICA.
Sólo en Puerto Asís la firma DRFE estafó a los inversionistas por cerca de 55 mil millones de pesos. Y los promotores de esa franquicia están desaparecidos y no hay rastro alguno de su paradero, afirman. Si bien los damnificados de DMG afirman no es una pirámide y que no los estafó, lo que sí contribuyó a su desplome fue la salida de dineros destinados a otras firmas.
Lo que preocupa de las denuncias ya efectuadas al ejército por personas que han preferido no revelar su identidad por estar amenazadas, es que se desconoce a las personas y su procedencia que están reclutando jóvenes para reiniciar los cultivos ilegales.
Se ha llegado a afirman también que lo que no logró el gobierno en diez años, lo hizo DMG en uno y fue promover la erradicación voluntaria de cultivos de coca. Los campesinos habían abandonado sus parcelas.