Que esta fecha sirva para evidenciar y
reiterar la cruda realidad del periodismo del Putumayo. Las regiones
como hace mucho tempo han sido consideradas importantes para temas
diversos pero seguimos en el olvido y quizá señalados como senicientas
cuando de decir la verdad como periodistas sin medios pero con
pantalones se trata.
También es cierto que a veces y en
ocasiones coyunturales algunas voces van más allá por apacionamientos
con asuntos como el de la criminalidad y el accionar delictivo, que
llevan a señalar desmedidamente y con resentimientos personales los
hechos que son noticia. Que tan responsabiles somos? Que formación
profesional tenemos y con que experiencia contamos para afrontar esa
determinación de no informar sino especular?
La responsablidad inicia cuando desde la
posición de cada profesional del periodismo y la comunicación, que haya
pasado por las aulas universitarias o con la experiencia que da la vida
dentro de los artículos de prensa, las redes sociales, la televisión y
la radio, cumplimos la tarea como corresponsales, como editores, como
reporteros y más arriba si se puede. Aún así, cuando mostramos esas
debilidades, por desconocimiento por falta de formación académica o de
recorrido empírico en los medios, se nos señala y nos parece que eso es
normal. Normal no debe ser los señalamientos que hacen las autoridades y
nos excluyen de darnos información oficial o su propia verdad. Normal
no es que autoridades. servidores y funcionarios públicos, con o sin
uniforme señalen a la prensa y los periodistas y sean vituperados al
querer mostrar una realidad.
Responsabilidad si, pero claro de parte
nuestra; de los periodistas y de los que orientan y manejan un espacio
informativo. Pero no usar causas personales como quienes han sido
amenazados o secuestrados para convertirse en protagonistas de sus
propias ideas y no de las noticias que nacen desde las entrañas de las
regiones.
Pero guardar silencio y no decir nada también se convirtió en la otra excusa para no hacer noticias. Además
del silencio del que somos obligados a practicar por culpa de unos pesos
o dólares que son ofrecidos a regañadientes para no mostrar la realidad
de la corrupción.
Desde de hoy y hasta cuando la vida y
las oportunidades lo permitan sea apenas honesto proponerse hacer un
periodismo de calidad, responsable, ético. En algunos casos
independiente sería el término. En otros con tendencias como la de los
defensores de causas sociales y de defensores de D.D. H.H. más allá de
los señalamientos y estigmatizaciones.
Ganaremos más espacios y respeto,
haciendo la tarea con el rigor de quien labora como un reloj de piñones,
o como hoy se analiza un partido de fútbol. Con todas las aristas,
probabilidades, sistemas, formaciones, con virtudes y desventajas que
genere cada jugador y cada posición en el campo de juego. Con la más
amplia cobertura en estadístcias y pronósticos, pero sin especular y sin
apacionamientos repentimos….
“El periodismo es una pasión insaciable
que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada
de la realidad” Gabriel Garcia Márquez.
“Buenos días libertad de prensa”.
“El periodismo es la profesión que más
se parece al boxeo, con la ventaja de que siempre gana la máquina y la
desventaja de que no se permite tirar la toalla”. G.G.M.