Existen quienes se preguntan hasta donde esas medidas que van en beneficio de los habitantes, le ha permitido a la fuerza pública llegar a los verdaderos autores materiales de esos actos de terrorismo como los llama el gobierno colombiano, o esas acciones que pretenden que personas caigan y resulten muertas o heridas, por culpa del conflicto que se mantiene en el Putumayo.
Hay preocupación de parte de la ciudadanía por que se afirma se están persiguiendo a las personas conocidas y comerciantes de la ciudad y los delincuentes están haciendo de las suyas y están sueltos.
Es paradójico pensar que cuando se toman decisiones de desarme a las personas que tienen sus armas amparadas acatan de inmediato la norma. Pero esas personas que son buenas sirven a la ciudad. Entre tanto los delincuentes tienen las armas, las usan y no pasa nada. No hay capturas, no hay detenciones, pero los ciudadanos de bien deben esperar hasta cuarenta minutos o más en un reten oficial para lograr llegar a su destino o sus parcelas.
La persona que nos ha contado esta historia y que pidió no revelar su nombre por ahora, ha hecho contacto con cuanta autoridad existe en la ciudad. Ha llamado desesperadamente a sus amigos, a comerciantes, a ciudadanos del común y les ha revelado su pensamiento, esperando que haya decisiones de fondo para que su pueblo recobre la tranquilidad.
Esos ciudadanos expresan que en la noche la ciudad se convierte en un pueblo fantasma. Han deterioro en la economía de la ciudad a causa del accionar delictivo y de los actores armados. Se ha pedido apoyo a través de los medios de comunicación y los políticos se han pronunciado un poco temerosos sobre la realidad, pero aún nada pasa.
Mensajes en facebook, que involucraron a unos jóvenes muertos. Un adolescente que tiene protección porque es testigo de un hecho donde se presume hay responsabilidad de una muerte a manos de funcionarios del gobierno (violación de derechos humanos), la muerte de comerciantes, militares, ciudadanos a plena luz del día y zona urbana de la ciudad y aún no hay responsables. La ciudad quiere restablecer la confianza con sus policías, con los militares. Sin embargo no es así. ¿Puerto Asís…hasta cuando?
